Toda banda que se jacte de tener buena música y ejecución de ésta ha pasado por procesos y etapas que en algún punto convergen en las míticas salas de ensayo.
Hay algunas mejor equipadas que otras e incluso algunas más precarias, pero muy bien conocidas por las bandas penquistas que buscan un lugar donde hacer y ensayar su música sin molestar a su familia y vecinos.
En concepción estas salas, son conocidas por las historias que tienen detrás, por las leyendas que tienen y también por la cercanía que se genera con los dueños de estos pseudo estudios.
Sin más preámbulos aquí van algunas de las salas de ensayo dentro de la conurbación que es Conce, algunos de sus datos técnicos, recomendaciones y por qué no alguna historia bizarra detrás de estas dependencias.
Sala Collao (BACK-UP COLLAO)
Principalmente frecuentada por conjuntos escolares. Ubicada en Las Violetas 277 en la ciudad que le da el nombre, la sala Collao es ideal para ir a pasar un par de horas tocando un suave jazz o estilos que no requieran de tanta potencia y distorsión para los instrumentos. Esto a pesar de estar bien equipada.
El espacio para ensayar es diminuto de doce metros cuadrados, lo que dificulta entender que frase o melodía esta haciendo cada instrumento por separado si es que se usan canales saturados por efectos o sin compresión. Sin mencionar el posible daño a los oídos si no se cuidan debidamente.
Cuentan con un set de batería completo, 2 amplificadores de guitarra con efecto distorsión incluido y cabezal de bajo junto a un amplificador.
Hangar
Ubicada en la avenida San Juan Bosco, en la esquina de Vilumilla, La sala hangar esta dentro de una casona vieja que pareciera estar abandonada. Ya dentro de la casa la primera vista es un poco chocante, entre mucho polvo, una pieza paralizada en una etapa adolescente de los 80’, un arcade y mucha humedad y polvo.
Lo curioso, aparte de el olor a cerveza, es que dentro de la casa Hangar hay una caja hecha para aislar el sonido. Lo que en circunstancias normales no seria un problema, pero el sonido no es lo único que se aísla dentro de la sala.
El olor a chela, el sudor de los punkis y metaleros (que son el perfil de musico que más frecuenta hangar) el olor a polvo que sale de los sillones dentro de ese cubo de música y un sinfín de fluidos que cohabitan la sala, forman parte de la experiencia surrealista de tocar en la sala Hangar.
La Capsula (Q.D.E.P)
La ex sala de ensayo que encantaba a los que buscaban en su sonido algo parecido a Soda en su época del Nada personal, hasta los Red Hot en Stadium Arcadium.
Contaban con dos amplificadores, un Fender y un Marshal, ambos de 100ww, los cuales contaban con dos canales, uno limpio y otra para los drives. También traían incluidos los efectos de delay, overdrive, un chorus y reverb eco.
Efectos indispensables en el sonido actual penquista como el de FrioLento o Julia Smith. Todas las especificaciones técnicas de Capsula están en su página de Instagram que todavía esta funcionando.
Bandas emergentes del 2019 como LAMB, Matarratas, los cósmicos y aun mas banditas de colegio que frecuentaron la sala recuerdan con mucho cariño y estima la sala capsula. Diego Rivas, guitarrista principal de LAMB en la formación del 2019 habló con nostalgia de sus épocas en las salas de ensayo y principalmente en Capsula, según el por la recepción del Pelao y por los implementos que vendían en la tiendita de afuera.
Un punto transversal en el tiempo
Bien dice el dicho que antes de correr hay que aprender a caminar. Lo que de alguna manera se aplica a la música, pero en vez de pies hay manos y dedos.
Sin embargo, hay algo más importante y es el tiempo. Los malditos 3/4 a 120bpm que, si ya para un principiante representan un desafío, para un conjunto de novatos, es el Everest. Por eso no hay mejor andador que estas salitas de ensayo para poder afinar la técnica, el oído, la afinidad del grupo y la calidad de la música.
El llamado final es a cuidar estos espacios que tantos nos han dado y a visitarlos para tocar con tus amigos o tu bandita de turno.
